Si uno comienza a investigar el historial académico de los emprendedores exitosos, notaremos que muchos de ellos no cuentan con estudios específicos o que su profesión nada tiene que ver con la empresa que tiene a cargo y es que no es una regla primordial el estudiar para ser empresario para sacar adelante una compañía. Hay personas que tienen muchos diplomas pero cero “ojo empresarial” que por más que traten de llevar a cabo los conocimientos aprendidos en libros no logran desarrollar de manera tangible los proyectos.
¿Es fundamental estudiar para ser empresario?
En lo que conlleva el ser un emprendedor, la educación no es una cosa que se ajuste a todo el mundo que lleva este título, debido a que varios dueños de negocios se han planteado en diferentes momentos o estados de la vida. En naciones como Estados Unidos y México hay numerosos programas educativos de nivel universitario y de posgrado que apuntan a la formación de emprendedores. Sin embargo, esto en vez de esclarecer el panorama, sólo impulsa la misma interrogante: ¿Se trata de una habilidad que se puede aprender en la escuela, o incluso en el camino se crea el título de emprendedores?.
Quienes apoyan la educación empresarial señalan que ésta entrega a los estudiantes las herramientas que les permiten reconocer oportunidades y desarrollar modelos de negocios exitosos. Sin embargo, hay otras visiones que señalan que todos estos cursos y posgrados deben extenderse más allá del salón de clases, porque si no se hace, no se logra la validez necesaria.
En la sociedad es una realidad que los títulos abren la puerta al espíritu emprendedor, pero en la práctica es donde se desarrollan y se ponen en funcionamiento los más valiosos conocimientos, que se convierten en experiencias de gran valor.
Mientras en varios países se debate la causa de la situación económica actual y el alto índice de desempleo, organizaciones como Thiel Fellowship y UnCollege están alterando el statu quo y las expectativas no sólo de una educación empresarial, sino de la educación universitaria en general.
En definitiva, el seguir estudiar para ser empresario por medio de una carrera o un posgrado en negocios es de gran ayuda. Pero para convertir las ideas en empresas también cuenta la experiencia y el desarrollar la teoría. Hay que tener claro que ambas opciones (estudiar o no estudiar) son igualmente válidas y no definen el éxito.